Soy castellanoleonés, vivo en Soria, trabajo en Cives Mundi y conozco desde hace 15 años el sector de la cooperación al desarrollo en Castilla y León: agentes, políticas de cooperación de las administraciones públicas de la comunidad, fortalezas, debilidades, logros, fracasos, alegrías y penas.
Si bien es cierto que desde el año 1997 a esta parte los recursos económicos públicos y privados disponibles para los agentes de la cooperación en Castilla y León han ido creciendo de forma muy considerable y las acciones en el terreno se han incrementado exponencialmente, desgraciadamente el sector, a nivel regional, no ha crecido en la misma proporción.
En el caso concreto del tercer sector, las ONGDs de Castilla y León, muy pocas (Cives Mundi en Soria y no más de 2 ó 3 en toda la Comunidad) han conseguido permanecer en el tiempo, crecer, estabilizarse, profesionalizarse y evolucionar hasta convertirse en organizaciones que con base en esta tierra, desarrollan su trabajo en todo el mundo.
Otros agentes de la cooperación, como las universidades de la región han experimentado un tímido avance en estos años, pero todavía no han alcanzado el nivel de actividad que a todos nos gustaría y que necesitaría el sector, como consecuencia de las dificultades presupuestarias que han venido sufriendo y también me atrevería a decir, por su desconexión con otros agentes.
Las organizaciones de segundo piso representativas en el sector sufren también los embates de la crisis y no responden a las necesidades de sus miembros, más pendientes de sus estériles diatribas internas que de liderar procesos de convergencia entre los diferentes actores del sector
Podemos decir, en resumen, que en la actualidad la cooperación al desarrollo de nuestra comunidad está muy atomizada, dispersa, descoordinada, atraviesa unos años difíciles como consecuencia de la crisis económica, pero lo que es peor, no se atisba una disposición de los diferentes agentes para que esto pueda cambiar.
En mi opinión, necesitamos crear la “marca” (permítaseme la expresión) de Cooperación de Castilla y León bajo la cual trabajemos de forma coordinada todos los agentes de la cooperación de nuestra comunidad. Esta marca debe actuar como “tractora” de un sector formado por los agentes de la cooperación (ONGDs, administraciones, universidades, empresas, sindicatos, etc.) que tiene que responder a las exigencias de la cooperación al desarrollo del siglo XXI: profesionalidad, eficiencia, eficacia, coordinación, etc. y sobre todo debe enfrentarse a una crisis económica y financiera que estamos sufriendo y que va a provocar que tras esta tormenta nada vuelva a ser igual.
Bajo esta marca, debemos impulsar alianzas público-privadas, encontrar las sinergias entre los diversos agentes, compartir servicios, explorar nuevas vías de financiación y sobre todo establecer una estrategia de trabajo, común y focalizada en aquellos países y sectores prioritarios.
Es preciso que todos rememos en la misma dirección, hasta alcanzar una alianza regional para la cooperación al desarrollo que nos fortalezca y sobre todo que nos ayude a mejorar el impacto de nuestra cooperación. Debemos trabajar todos juntos para establecer estas alianzas, ya que de otra forma la progresiva escasez de fondos públicos, entre otros factores, provocará el languidecer del sector en Castilla y León.
Finalmente me gustaría hacer especial hincapié en que las pocas (más bien poquísimas) ONGDs genuinamente castellanoleonesas, nacidas y establecidas en nuestra comunidad deben de contar con medidas de apoyo y de discriminación positiva por parte de las administraciones públicas de la región. Las organizaciones con ADN castellanoleonés, como Cives Mundi, atesoran un importante conocimiento o “know how” fruto de más de 15 años de trabajo en todo el mundo que no debemos dejar perder y que debe ser un enorme activo para todo el sector, pero además crean y fijan empleo en nuestra comunidad, sobre todo para los jóvenes, realizan campañas de sensibilización y educación para el desarrollo dirigidas a los ciudadanos y ciudadanas de nuestra tierra y en suma, colaboran al mantenimiento de un sector tremendamente frágil que debemos fortalecer entre todos.
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noelia |
Gracias por la reflexión tan necesaria. Soy cooperante y de CyL y aunque llevo 10 años en este sector, y me hubiera gustado, nunca he trabajado en una ONGD castellanoleonesa, siempre catalanas o andaluzas. En nuestra comunidad estamos a años luz de la inversión y la profesionalidad de la cooperación que existe en otras comunidades. Posiblemente una de las causas son las instituciones regionales poco dadas a la innovación y muy dadas al estancamiento. También me gustaría comentarte que entre los Agentes de la Cooperación a los que te refieres también hay que mencionar a quienes estamos en terreno: los y las cooperantes y las organizaciones que nos representan y defienden nuestros derechos e intereses.
Joaquín Alcalde Sánchez |
Gracias por tu comentario Noelia. Efectivamente las administraciones regionales tiene que ver pero yo no creo que sean los principales responsables. En mi opinión las ONGDs de Castilla y León no hemos sabido liderar ni provocar los cambios necesarios. Hemos vivido muy felices y contentos al “calor” de las subvenciones y justo en este momento empezamos a darnos cuenta de que las cosas están cambiando y que hay que enfrentar el futuro con una disposición radicalmente distinta.
Por supuesto que no me olvido de todos los compañeros y compañeras que estáis en el terreno, trabajando en muchos casos en condiciones muy precarias y entregando los mejores años de vuestra vida personal y profesional a los demás. Es más creo que en toda esta cadena sois la parte más débil y que es necesario fortalecer las organizaciones profesionales.
¿Donde estás trabajando en este momento?.
Un saludo
Pingback: La cooperación al desarrollo en Castilla y León
el cid facha |
No se no se, eso de gastarse dinero en hipopótamos
Joaquín Alcalde Sánchez |
Querido Rodrigo Díaz, me alegro mucho de que sigs este humilde blog. Aunque en este caso no coincidan nuestras opiniones, seguro que encontraremos un punto de encuentro en otras muchas cosas.
Póngame a los pies de Dña. Jimena.
carlos |
No sólo se filman hipopótamos