Bill Gates, cofundador de Microsoft y Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional,  llegó ayer a Madrid para entrevistarse con el Presidente Rajoy y reclamarle que España mantenga las ayudas a la cooperación al desarrollo.

Hace algunos años Bill Gates, decidió abandonar la gestión de su empresa y dedicarse junto a su mujer Melinda a impulsar la Fundación Bill & Melinda Gates, cuya misión se centra en la lucha contra el VIH/SIDA, tuberculosis, malaria, así como en la implementación de un plan global de seguridad alimentaria y agua potable.

En mi opinión, la visita de Bill Gates es enormemente oportuna, ya que justo en este momento se está “cocinando” la nueva estrategia de la cooperación española: líneas de intervención, áreas geográficas, alianzas público-privadas, etc.

 Bill Gates ha venido a dar un mensaje claro al Gobierno español: España es un gran país, con serias dificultades en este momento, pero para seguir siendo un gran país en el futuro, además de hacer los ajustes domésticos que correspondan, debe mantener el compromiso solidario con aquellos pueblos y países de la comunidad internacional más desfavorecidos, mejorando, eso sí, la eficiencia y eficacia de la ayuda.

En los últimos meses venimos oyendo a diario, que parte de la solución al problema de la crisis que nos atenaza a todos pasa por recuperar el prestigio de España y la confianza de la comunidad internacional, y que a nadie le quepa ninguna duda de que ese prestigio internacional se gana manteniendo los compromisos de cooperación de España con los que más lo necesitan.

España debe mantener los niveles de cooperación al desarrollo que le corresponden y que en estos últimos años han convertido a nuestro país en un referente mundial, pero a la vez deber revisar sus estrategias para incidir donde más hace falta la ayuda.

Todos sabemos que la política exterior española siempre ha ido ligada, en mayor o menor medida, a la cooperación al desarrollo y que en muchas ocasiones la ayuda ha estado vinculada a intereses geopolíticos, comerciales, económicos de España. Esto ha provocado que no siempre la cooperación española (con su amplio abanico de actores) haya intervenido en los lugares donde más se necesita la ayuda o se haya dispersado por todo el mundo.

Este momento de crisis hay que aprovecharlo para reorientar la política de cooperación de España, para salir fortalecidos, ser más eficientes y eficaces y alinearnos definitivamente (de verdad) con el resto de países donantes para combatir la pobreza donde más lo necesitan.

De todas las declaraciones públicas que hizo ayer Bill Gates en Madrid, me quedaría con una de sus manifestaciones: ¿Por qué seguir ayudando al Perú si es un país de ingresos medios?  “Cuando ayudas a este tipo de países (como el Perú) con un nivel suficiente de riqueza debes preguntarte por qué, por qué le ayudas”.

Creo que es el momento de hacer un parón, reflexionar y redirigir las estrategias de todos los agentes de la cooperación en España, hacia donde realmente hace falta.

http://www.youtube.com/watch?v=fM3zr7x0zBY